jueves, 29 de julio de 2010

Inconsistencia

Estás aguandometoda; correte. Veo cada vez menos, ahora sos sólo una mancha y ya no escucho nada, me chorrea la vida por las manos y me pierdo. Correte, correte que me ahogo en la inconsistencia de mí misma y no puedo permitir que seamos dos los difusos.

domingo, 25 de julio de 2010

Aviso

Gente querida, visitantes de paso, curiosos:
Tuve que sacar algunos posts porque los voy a presentar a concursos.. Perdón por descuartizar el blog. Prometo escribir pronto cosas exclusivas para uds.
Gracias por el aguante!

martes, 20 de julio de 2010

La bailarina

La tenía dentro de la cajita de música con forma de piano de cola y cada tanto la sacaba para que vieran cómo bailaba. Al son de Chopin, giraba sobre sí misma y formaba círculos sobre el piso de espejo. Era perfecta; nunca una queja, una opinión. En puntitas de pie se desplazaba silenciosa por la casa y recibía a los invitados con la sonrisa perfecta. Dominaba, con gran habilidad, el arte de la conversación trivial; él, maravillado. Cuando la visita se retiraba ella volvía a la cajita, donde las paredes negras brillaban y el orden guardaba rigurosa simetría, y allí pasaba sus días. Todo marchó bien hasta que el disco se rayó. Él intentó esconderla, poniéndola lo más lejos posible de la gente, pero ella aprendió a escaparse. Dentro de la cajita, y luego fuera, la armonía se había perdido, el caos se sucedía continuo e interminable y ella bailaba descontrolada, sin orden, sin ritmo. Bailaba fuera del espejo, a los saltos, por encima de los sillones, colgada de las lámparas y de la baranda de la escalera. Bailaba, ridícula, la vida que había cobrado.

viernes, 9 de julio de 2010

Cena de amigos

Había comprado en el supermercado una botella de merlot, que bien maridaría con la carne, aunque prefería los vinos blancos. Pero como Joan era conocedor, no quise disgustarlo ni darle pie a pensar que ignoraba las leyes que rigen el mundo de los que saben tomar. Cuando llegué a casa, Sabrina había acabado de bañarse y salía del baño con una toalla en la cabeza y una nube de vapor perfumada que llegaba hasta a la cocina. Tuve